viernes, 9 de abril de 2010

Maldiciendo sus escasas virtudes: compasión?

Sergio es cocainómano y camarero, principalmente.
Un trabajo absorbente con posibilidad de ingerir cantidades masivas de alcohol en horario laboral fue el principal responsable de su encuentro.
Ella desconocía todos los aspectos externos de su vida, se limitaban a tontear usando la jerga besugil.
Por desgracia aquello no duró demasiado.
Sergio decidió introducirla en sus desgracias e infortunios. Siete copas y gramo y medio después, él apenas articulaba palabra y ella se sentía reflejada en algo más que sus desencajados ojos negros.
Se les fue de las manos....y les llegó a la boca.
Pasaban de las once de la mañana y la noche les había sabido a poco.
Él decidió no ir a trabajar y ella decidió empezar a decidir.
El alcohol se expulsaba a cuentagotas de su cuerpo para dejar hueco a la razón.
Fue entonces cuando comenzó a recapitular:¿En que momento de la noche había dejado de ser aquel chico flacucho y más bien feo para aparecer ante ella como un firme candidato a quedarse en la lista azul?
¿En que instante su corazón de arpía se había ablandado frente al polvo de una noche y lo había convertido en su próxima buena acción?

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