viernes, 29 de octubre de 2010

Errores

Necesitaba un solo motivo y coleccionaba más de un millón.
Buscaba una oportunidad cuando ya había deshechado las mejores.
No caminaba en la misma dirección que su mirada.
Era una constante contradicción.
Cuando se le retorcían las entrañas por alguien,la razón sobraba.
Y se equivocó.
Y odió equivocarse una vez más. En lo mismo.
Odió caminar entorno a la misma piedra con la paciencia suficiente para que el tiempo le hiciera olvidar la primera caida y la 2º fuese igual de dura.
Igual de innecesaria.
Sin embargo, necesitaba un porque.
Necesitaba un motivo.
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Coleccionaba más de un millón

sábado, 16 de octubre de 2010

Caotica Alexandra

Descubro. Ignoro. Siento. Com-padezco.
Salgo. Bebo.Me Nublo.
Sigue ahi. Vete.
Invademe. No.
Quiero re-descubrir.
Déjame. Vuelo.
Caigo. Siempre caigo.
Siempre vuelvo a volar.
Paciencia.
Silencio.
Reflexión.
Mi mundo?
Dejame.
Vuelo.
Siempre caigo.
Siempre vuelvo a volar.

viernes, 8 de octubre de 2010

"El cordobés"

En un guión de Anna Casanovas la historia no hubiese dado tanto de si.

El cordobés era alto, moreno, de mirada intensa, de sonrisa timida y en ocasiones pícara, como la del archienemigo de Batman, el Joker.
Pero sorprendentemente, había más..
También era interesante, atractivo, impredecible, sexy e imaginativo.
Sin embargo, todo ello no valía nada en el momento en el que ella se encontraba.

Alexandra repelía todo cuerpo que desprendiese un alto nivel de testosterona.
El ultimo encuentro con su amor nº1 en la escala de Richter le había dejado un sabor demasiado amargo y la lengua tan aspera como la de un gato callejero.
La aparición del Cordobés fue una bala del destino que no sabía si solo era para herir o para matar.
Ambos buscaban quemar sus problemas en un fuego de dos, en pasión sin complicación, en simple química.Colisionaron frente a frente. Aún buscando lo mismo, no quiso suceder.

A mitad de camino entre el roze y el cariño,surgió la mentira y Alexandra atacó con el hambre de la sabana africana, saco la fortaleza de una leona ante una manada de hienas. No consentiría ser un juego más, puede que si el único, pero no uno más.

Le dedicó todos aquellos (des)calificativos que habia guardado en la recámara durante años y que nunca habían llegado a su destino, cada uno de ellos con nombre y apellido. Se desahogó ahogándolo a él en esa sensación de vacío que había experimentado tantas veces, en esa injustificación de sus actos por activa y pasiva. Desnudó su vulnerabilidad explicándole que el fin no justifica los medios.
Él aguantó el tirón estoicamente.

Cuando la adrenalina de Alexandra descendía notablemente y se disponía a cambiar de actividad, el cordobés le pidió volver a verla, sin más, después del chaparrón.
Y fue entonces cuando quiso incluir a aquel capullo integral en su dieta.
No entendía porqué asumir ese riesgo, porqué exponerte a más críticas, porque no optar por el polvo fácil.

- Me gustan las mujeres con carácter y tu lo tienes.

Hubo un segundo encuentro, breve, intenso. Después él pondría rumbo a Italia y allí, tendría muchas gallinas para tan poco zorro
.
Sin embargo, a 3000 km él seguía buscándola, ella seguía su particular cruzada.

Se levantaba con sus buenos días, se acostaba en sus mejores noches.
Aún así, ella se defendía sin que la atacaran, estaba inquieta, previsora, a la espera de un nuevo golpe, que tarde o temprano, sabía que llegaría.

Para Alexandra el querer y no poder era intolerable; esa vez quería y no podía,pero toda regla tenía su excepción. Y él era el caso.

Ambos sentados frente a poco mas que una pantalla planeaban sus citas: Ayer, cibervisita al palacio veneciano,hoy fiesta del pijama, mañana relato erótico...
Se sucedían las irrealidades, aumentaba la implicación.

Irremediable deseo. Ganas impresas en el interlineado.Pasión. Morbo. Calor. Miradas. Ton ti ta. Le gusta. Sonrie. Coquetea. Vuelve a sonreir. Idas. Venidas. Ganas. Muchas ganas. El. Fantasea. Ella. Imagina. Nuevo dia. Deliciosa rutina. Otra vez. Frente a frente.Lejos. Muy lejos. Muy cerca. Casi aquí.


Aquella noche Alexandra habia quedado para cenar, plan informal, noche de amigas, caza de lobos. Sin embargo, las faldas mas cortas se habían quedado en el armario, los tops mas sugerentes seguían ordenados por colores. Arreglada pero informal, antes de iniciar la cacería su presa ya tenía nombre y apellidos: "el cordobés"
Él la esperaba, sin prisa, con ganas...


Continuará----