jueves, 14 de abril de 2011

Te seguiré a escondidas

Asfixiada, buscaba inspiración.
Su cabeza desbordaba ideas inconexas.Demasiados motivos que vomitar, escasa motivación que absorber..
Cuando creía apuntar bien, la bala se perdía.Le aburría la monotonía del destino.
No era el insomnio lo que limitaba sus capacidades, era la imposibilidad de expresarse, de expresarlo.
Su jóven sonrisa tenía un brillo cansado. Cuando respiraba, lo hacía sin malgastar aire.
La rabia cegaba parte de su mirada, rabia impotente, rabia de palabras estancadas.
El reloj y las circunstancias organizaban su horario semanal.
Entre las medidas provisionales solo había recortes;le arrebataron tiempo para perseguir a las musas.
Demasiada prisa para una parada en boxes.